Mantener a las lectoras interesadas en tu historia es la clave para escribir libros adictivos, por supuesto. Pero ¿sabes que hay una manera casi, casi infalible de conseguir que sigan pasando páginas hasta el final? ¡Pues existe! Y es tan sencillo, y tan complicado, como incrementar los riesgos que asumen tus protagonistas. Lo que los expertos angloparlantes llaman subir las apuestas.

En Barro, la protagonista pierde la memoria y el nombre nada más empezar. Esta es la premisa inicial y con esos mimbres, parece difícil que pueda arriesgar nada más a lo largo de la trama ¿verdad? ¿Cómo va a tener algo más que perder cuando ya lo ha perdido todo? Pues, contra todo pronóstico, la vida de esta chica sin nombre corre peligros cada vez más acuciantes. Porque, una vez que llega al mundo mágico, aunque sigue sin memoria y sin nombre, establece lazos, acepta retos, hace amistades, se enamora… Y la posibilidad de perder todo eso, además de su nombre y su memoria, la atormenta.
Así que sí, escribir libros adictivos pasa por hacer que tus personajes arriesguen algo de gran importancia para ellas. Este subir las apuestas, además, afecta de maneras diferentes a tu novela.
Efectos colaterales de aumentar las apuestas para crear libros adictivos
Que siempre haya algo en juego para tus protagonistas, tiene los siguientes efectos secundarios sobre tus obras:
- Intensifica el conflicto.
- Aumenta la tensión y el suspense.
- Añade emoción.
- Te ayuda a revelar facetas desconocidas de tus personajes.
- Jugar con el riesgo también hace avanzar la trama en un sentido o en otro. Un personaje cobarde quizá se aleje de sus objetivos si el riesgo es demasiado alto. Las posibilidades son, como siempre, infinitas.
¿Cómo se escriben libros adictivos de fantasía oscura jugando con el riesgo?
El truco de subir las apuestas para escribir los libros más adictivos del mundo está en: empezar apostando fuerte (o que se intuya que la apuesta puede traer consecuencias de calado) y seguir incrementando lo que está en juego para tus protagonistas en la parte más peligrosa de tu libro: el segundo acto, que es donde muchas escritoras notan que se enfangan en tramas que no van a ningún sitio.
Construiremos una mesa de tres patas como la que volvía loco a Esteban Trueba en La casa de los espíritus, de Isabel Allende.
Conclusión. Para escribir libros adictivos, recuerda:
Lo que está en juego en tu historia está profundamente entrelazado con la trama y los personajes, por lo que es muy posible que ya hayas comenzado a construir los cimientos de la tensión ascendente sin querer.
Dicho esto, siempre es bueno tener en cuenta la estructura de tu historia, para que puedas continuar intensificando la tensión mientras escribes.
¿Y sabes qué herramienta puede ayudarte a manejar los elementos de la estructura de manera ligera y efectiva? Rutina de entrenamiento para escritoras en ciernes. Un libro pensado para que tus historias se conviertan en libros adictivos casi sin sentirlo.